El retorno del peplum es un hecho. Gladiator, Troya… al menos las adpataciones actuales nos ofrecen espectáculos visuales tan vibrantes como es propio del cine actual, y he ahi la lucha a muerte entre Brad Pitt y Eric Bana, verbi gracia.

Pero si alguien interpretó a su aire el clasicismo helénico, el heroismo espartano, y la lucha desesperada de unos pocos contra muchos (brava plegaria de Conan a Crom, todo sea dicho), ese fue Frank Miller en su comic 300, relato de la batalla de las Termópilas, donde 300 espartanos y un puñado de griegos rechazaron un ejército de un millón de persas para dar tiempo a Atenas para reorganizarse para una última batalla contra el rey Jerjes. Esta lucha hasta la muerte fue glosada profusamente, remontada hasta el Olimpo y recordada durante siglos, y aunque la interpretación de Frank Miller no sea la más exacta, si es, al menos, vibrante y apasionada.

Mito o realidad, pronto (el 23 de Marzo) se estrena la adaptación cinematográfica del comic, y promete ser pro-friquis: montones de pantallas azules en el set de rodaje, un aire a Sin City, unas similitudes con el comic fuera de toda duda…

Es una apuesta segura para los fans. No, claro está, para algunos , que creen ver intenciones políticas en un film deficiente en verosimilitud histórica y abundante en entretenimiento.

Paciencia, Leónidas, paciencia. Venid a tomarlo!