II. ESPACIO PARA VIVIR. GENERA TU PROPIO CAOS
El paso más importante una vez estás en Benicàssim, y ya has encontrado un sitio donde plantar la tienda que será tu lugar de residencia durante una larga semana, es convertirlo en un sitio agradable para vivir, con un toque personal. Lleva banderas de tu país, el patriorismo is on fire. La pones encima de tu tienda y de paso te sirve para encontrarla cuando la densidad demográfica se acerque a la del metro de Tokio en hora punta.
Craso error: todos tus vecinos de tienda han pensado en lo mismo y te ves rodeado por tiendas Quechua exactamente iguales que la tuya, cubiertas por banderas exactamente iguales que la tuya. Los veteranos se reconocen porque llevan banderas más locales: su condado, su ciudad, su barrio, el escudo heráldico de la familia… Otros más avispados deciden crear un foco de atención que les guíe hasta la tienda cual faro de Alejandría. Puedes atar la bandera a un árbol, o a un palo gigante que has encontrado en un descampado. Todo sea por acabar encontrando tu colchoneta de dormir cuando el cuerpo lo necesita más que el respirar.
Una vez creado el pisito, y ubicado en la nueva urbe multicolor, debes decorar el entorno y darle un toque personal al mismo. Cúrratelo. A la hora y media de plantar la tienda, diez minutos después de volver del Mercadona, ya tienes que haber creado un espacio parecido a la mansión de Don Gato. Tira todos los envases alrededor de la tienda. Es muy útil, ayuda a identificar la misma si te ves rodeada por unifamiliares clon de tejidos sintéticos. Compra fruta para dejarla fuera. Es muy útil: te apetece, la coges del suelo y te la comes. Puedes tirar las pieles fuera, también, para que todo el mundo vea lo sano que comes. Media sandía al sol es un hito, casi imposible que alguien lo copie y te lleve a error al buscar tu morada. Además las hormigas de Benicássim son supermajas. Coge tu ropa y espárcela sin miedo. Se seca el sudor y es fácil ver si esa puerta es la que buscabas si tus calzoncillos están delante.
Para que no quede ninguna duda, deja rastro de todo lo que has bebido. Botellas, botellines, bricks, latas y garrafas, todas juntas. Son de un gusto exquisito y sirven para fardar ante otros vecinos menos bolingas.
TRUCO DE CHAMPION: Nada más llegar y plantar la tienda, mea alrededor de ella. Aunque sea sobre otras. Tantos perros no pueden estar equivocados. No hay mejor forma de encontrar tu hogar que por el olor de tu orín. Hazlo repetidas veces, no sea que la evaporación o tus vecinos y por tanto rivales eviten un buen marcado de territorio. Tu territorio.
LA CLAVE: El contenedor y los WC’s son de losers.
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Jajaja, qué bueno!! Lo de la fruta es genial, ¿por qué coño tienen todos una sandía abierta delante de la tienda?
Jo, aquellos tiempos en que no había casi guiris en el camping…
Lo dijo Sr. Crus el 26.04.2009 a las 22:09