A continuación la lista de las 20 canciones del año para alababarada. Sorprenden ciertas ausencias, pero también ciertas presencias. Qué le vamos a hacer, somos así.
1. MGMT – Time to pretend

Preciosa y espectacular, “Time to pretend” lo tiene todo: una melodía coral irresistible, un riff electrónico sencillo y resultón, y una base de percusiones poderosas y guitarras sucias y aparentemente disonantes, que cierra el círculo perfecto. El resultado es una explosión de taquicardia y emoción desbordada, y algo colosal y agotador que nadie esperaba. Por eso es la mejor canción, y la más grande.
2. The last shadow puppets – Standing next to me

La verdad es que a Alex Turner (Artic Monkeys), le va más que bién su escapada con el líder de The Rascals. Dentro de un disco impecable, ‘Standing Next To Me’ es uno de sus mejores temas. Perfectamente arreglada para hacerse atemporal, nos traslada al mejor pop orquestado de los ’60 de manera más que intencionada (videoclips, portadas, vestimenta, peinados…). Pero vamos, que no nos desagrada. Esperamos más.
3. Hercules and Love affair – Blind

Todo un lujo lo de Antony en un registro tan opuesto al habitual. Sonido disco de los setenta absolutamente fiel al original, y la sombra del gran Sylvester recorriendo cada una de las notas de esta canción. Un fantástico acierto que de haber nacido en otro ámbito se hubiera convertido en todo un bombazo para el gran público. No es que estuviera todo inventado ya, es que hay cosas que no se pueden superar. Tan solo igualar, que no es poco.
4. TV on the Radio – DLZ

DLZ es una de las canciones más redondas de todo el “Dear Science”. Combinando una base rítmica potente y protagonista, una melodía que va mutando y alcanzando mayores cotas de energía, un estribillo con la, la, las y una explosión final de rabia que acaba con un silbido y deja exhausto sin más. Bailable, compleja y fantásticamente producida, y con unos juegos de voces que le dan un toque oscuro y misterioso muy especial. Un temazo en toda regla.
5. Port o’brien – I woke up today

Port O’Brien nos regalan un himno repleto de energía y alegría. Simple, a grito pelado, y con una melodía de mandolina que se repite incesantemente, para poner las pilas a todo el que la escuche. Ideal para empezar el día. “Hoy me he levantado de una forma simple; por la mañana lo único que podía hacer era cantar”. Entre el pop más clásico y la épica de Arcade Fire, todo un hit para levantar morales.
6. Windmill – Tokyo moon
Es como Mercury Rev, Flamming Lips y MGMT, versioneando juntos a The Polyphonic Spree… Sí, sí, cargante y excesivo, y quizá estos referentes resulten demasiado explícitos o descarados, pero la canción es fantástica y la melodía emociona, y además se trata de un talento emergente, el de Matthew Dillon, condenado a dar mucho que hablar. Y si no, al tiempo.
7. American Music Club – All my love
Con ella se abre “The Golden Age”. Un tema que suena como agua cristalina y que posee una belleza tan sencilla y atemporal que hasta produce escalofríos. Una de esas canciones con las que apetece despertar cada día, a sabiendas de que puede ser un día perfecto. Eitzel y Vudi en su mejor y más íntimo momento.
8. Black Kids – I’m not gonna teach your boyfriend how to dance
Una de las “tendencias” de este año es la de crear grupos con gran cantidad de componentes, mucho instrumento, mucho coro, mucho baile y mucha energía en el escenario. De entre ellos destacamos a Black Kids y su temazo con el nombre más largo de la temporada. Una canción facilona, con una letra más facilona todavía, con un ramalazo teen que tira de espaldas, pero con una melodía y un estribillo que contagian a la primera y hacer bailar a un muerto.
9. My morning Jacket – Touch me i’m going to scream pt 2
De entre el variadísimo disco de los americanos My Morning Jacket, destacamos esta canción de largo nombre, y larga duración. La canción se abre, lentamente, entre acordes de teclado medio difusos. Poco después entran un ritmo constante 4×4, un bajo que lleva el peso de la canción y Jim James cantando con registro de voz aguda. El discurrir es lento, pese a que la canción se puede bailar perfectamente. De nuevo los teclados, ahora aparece un punteo de guitarra… Todo muy sobrio, elegante y sonando estupendamente. Hasta que la canción se acaba por romper, y un torrente de ohhhs y ahhhs toma el protagonismo. Intensidad y emotividad de largo recorrido y para todos los públicos.
10. Sebastian Tellier – Divine
Dentro de un álbum conceptual como es ‘Sexuality’, ‘Divine’ tiene todas las papeletas para ser EL SINGLE. Producido por Guy-Manuel de Homem-Christo (miembro de Daft Punk), homenajea al más clásico synth-pop, con fragmentos vocales sampleados en una melodía imposible de olvidar. Incluso llegó hasta Eurovisión como representante de Francia, y a banda sonora de un conocido anuncio en televisión. Un single demasiado potente para un disco que acompaña en sonido, pero no en calidad.
11. Sigur Ros – Gobbledigook
El aspecto más destacado del último disco de Sigur Rós ha sido la inclusión de sonidos, estructuras y ritmos nuevos para ellos. Esta canción es el máximo exponente de esa novedad. Folk, acordes rápidos de guitarras acústicas, percusiones alocadas, un aire a Animal Collective, y, sobretodo, un ritmo trepidante son la nota predominante en esta canción. Las palmas llevan el ritmo y lo mejor, sin duda, es ese estribillo de ritmo difícil construído sobre voces y voces. Una canción, que, sorprendentemente, genera un optimismo y unas ganas de vivir no muy habituales en el grupo que nos ocupa. Bien por los islandeses.
12. Scott Mathew – Little Bird
Vale, en realidad es de 2007. Perteneció a la banda sonora de la tórrida “Shortbus” de John Cameron, aunque vuelve a estar incluida en el flamante primer disco del Matthew. Un ukelele en lo-fi anuncia tímida la entrada de la voz contenida, en una pieza que parece extraída de la maquinaria de una cajita de música, y que no necesita nada más para sonar intensa y profundamente emotiva.
13. Friendly Fires – Paris
De uno de los grupos fetiches de la prensa inglesa de 2008 llega este “Paris”, su canción estrella. Dobles percusiones marcando un ritmo trepidante, unas guitarras que marcan levemente los acordes, y un estribillo a medio camino entre la electrónica y el pop cuidado a dos voces. Como una new rave v 2.0, sin fosforito y con nuevas ideas. Todo un hit para la pista de los que no se confunden con el resto de “The’s” que surgen cada año de las islas.
14. Grace Jones – Corporate cannibal
Increíble retorno de Grace Jones. Un temazo inquietante con una producción afilada y excitante, que además cuenta con un fantástico videoclip de los que repelen y atraen a partes iguales y producen pesadillas orgásmicas. Qué buena puesta al día de todo un icono de la modernidad atemporal. Gracias Grace, y bienvenida de nuevo a casa.
15. Morrissey – That’s how people grow up
Morrissey viene a darnos consejos sobre la vida y el amor. “Así es como la gente crece”, saca como conclusión, frente a las vicisitudes y los golpes de la vida. Desde buscar el amor con la persona equivocada a quedarse postrado en una silla de ruedas (típica socarronería morrisseyana) Todo esto envuelta en el típico y efectivo hit del ex Smiths, que los sabe hacer muy bien. Un estribillo muy eficaz y un estilo más rockero, con un ritmo más marcado de lo normal hacen de este un nuevo clásico del inglés.
16. The Verve – Love is noise
Una de las sorpresas del año. Un nuevo comeback que generaba en cierto modo más pereza que otra cosa. Y cuando nos esperábamos otro hit para rellenar horas de anuncios, se sacan esta canción de la manga. Tras la sorpresa sólo queda aplaudirles y esperar que sigan entregando canciones como esta. Dejando atrás la letra, que bueno, no deja de ser una de las canciones más bailables y directas a la pista de pop del año, sin perder los papeles ni la elegancia, y demostrando que, incluso desde el Reino Unido se pueden hacer himnos bailables 100% sin tener que recurrir al hooliganismo. Que aprendan otros.
17. Son and daughters – Darling
Tras un efectivo riff que sirve de aviso, da comienzo uno de los temas más irresistibles al baile del año. Un ritmo de vértigo que parece sacado del “Lust for life” de Iggy Pop, repasado con un garabato de guitarra y un estupendo truco vocal, destaca en esta puesta de largo de Sons & Daughters, “The Gift”, que contiene algunos otros singles también arrasadores y divertidos.
18. I Was a Cub Scout – Pink Squares
Primer single del álbum de debut de este dúo de jovencitos ingleses que tuvieron la suerte de ser fichados por XL Recordings (aunque parece que no la aprovecharon…). Editado a principios de año, mezcla el brit-pop con gotas de electrónica en su justa medida. Con una poderosa batería y un timbre de voz de no haber cumplido los veinte hace mucho, ‘Pink Squares’ es una de nuestras canciones del año, a pesar de no haber tenido mucho éxito en los medios. El 5 de junio de este año el grupo anunció su separación. ¿Tal vez ha ido todo muy rápido?
19. Santogold – Lights out
Cuando Santi White se despega de la electrónica, dejamos de compararla con M.I.A., y deja ver su mejor lado, recordándonos a los Pixies en su mejor momento. Si a eso le añadimos el morbo de una voz negra y contundente, y una letra ‘quitapenas’ y fácil de aprender tenemos una de las mejores canciones del debut de Santi como Santogold.
20. The Ting Tings – Be the One
The Ting Tings son el pelotazo de la temporada, y por mucho que moleste que algo tan tontorrón triunfe, lo cierto es que funciona. Sus singles hacen bailar hasta a las piedras, y cuando se contienen, como es este caso, aparece el pop con mayúsculas, el de las grandes pequeñas canciones. Tenían que estar aquí. Es lo justo.
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