Crónica FIB 2011 alababarada. El Domingo

Dentro del Festival de Benicàssim se organizan una serie de actividades paralelas para completar la oferta y entretener al público que acampa días antes de que empiecen los conciertos. Danza, teatro, arte al aire libre, el Festival de cortos, que incluye a su vez un festival de videoclips y un cine de verano… son actividades que se realizan todos los años y que tienen su público, aunque a veces se solapen entre ellas, o con el festival propiamente dicho. Este año, además, se han añadido desde la organización y diversos patrocinadores más atracciones y actividades en diversos puntos del pueblo, para aumentar la oferta durante los días previos. Así, se han organizado una serie de conciertos gratuitos de grupos nacionales en el cámping Villacamp, con acceso libre para los portadores de pulseras, y conciertos gratuitos en diversos puntos del pueblo y la playa, ya sea en escenarios o encima del autobús de Redbull. Grupos como The Leadings, Soledad Vélez, Luís Brea o The Marzipan Man han tocado de forma gratuita de esta forma. Y la novedad este año con respecto a los días previos ha sido la aparición por todas partes de “verbenas indies”, barras fuera de los bares y zonas de fiesta Fiber-friendlies, por lo que días como el miércoles, que no llovió, hubo un ambientazo por todo el pueblo, con música en la calle, gente por todas partes, residentes, nacionales y foráneos, asistentes del FIB y curiosos compartiendo barra y temazos. Que siga.
Veamos lo que dio de sí el domingo del FIB.


El domingo del FIB siempre es el día grande, o al menos donde se guardan al o los grandes cabezas de cartel para dejar un regusto de boca inmejorable. Este año ese hueco lo llenaban Arcade Fire y Portishead. Pero hasta que les tocara el turno, aún había que ver muchas cosas antes.

Con los últimos acordes de INDIENELLA sonando de fondo entramos al recinto. Casi dimos gracias porque fueran aquellos los últimos, y no los primeros, aunque nosotros íbamos directos hacia el escenario FiberFIB a ver a ANTÒNIA FONT.

Buen número de gente ante el escenario para ver a los mallorquines, que comenzaron repasando su último disco, “Lamparetes”, cosechando los primeros coros, aplausos y palmas con las dos canciones que dan título al disco, “Me sobren paraules” y “Coses modernes”. Antònia Font demostraron que han mejorado bastante su directo con respecto al de hace unos años, pero aún así les falta contagiar el punto de magia que sí transmiten sus discos. Quizás fallaron un poco en el setlist, y debieron haber cambiado alguna canción del último disco por algún hit anterior que al final se les quedó en el tintero, pero tras un comienzo muy fuerte, y una parte media algo más tranquila y fría (pese a incluir cancionazas como “Icebergs i Géisers” o “Es canons de Navarone”) recobraron el pulso y nos hicieron bailar y cantar, y tirar confeti, y dar palmas con un final inmejorable empalmando “Alegria”, “Wa yeah!” con la mejor canción de Lamparetes, “Calgary 88”. Un buen comienzo pop para la jornada de cierre.

De ahí corriendo a reunirse con el grueso de alababarada que ya estaba disfrutando de un grupo que dará que hablar, los irlandeses AND SO I WATCH YOU FROM AFAR

Pese al horario vespertino, y la insoportable solana que alcanzaba a todos de lleno, And So I Watch You From Afar desembarcaron por primera vez en España para dejar boquiabierto hasta al más escéptico. Solo por la entrega, el entusiasmo y la consiguiente credibilidad mostrada sobre el escenario, ya merecía la pena. Pero es que además los de Belfast dominan el sonido de sus guitarras, brillantes y peligrosas, y sus ritmos (¡qué pedazo de baterista inagotable!) a la perfección. Son tan impactantes como Battles, pero revolucionan los temas, básicamente instrumentales, de manera endiablada en un alarde de hardcore creativo que no hace ascos al funk más duro ni a la épica del post rock. Y todo con un punto hooligan que les da hasta cierto encanto. Por todo eso y por temazos como “Lifeproof”, merecen a partir de ahora toda nuestra atención.

Tras ellos, desbandada y división de grupo, unos hacia el FiberFIB, y otros hacia el Maravillas a ver a CATPEOPLE

Y llegó el concierto que todas las fans de CatPeople esperaban… el concierto de CatPeople, obviamente. Nunca les hemos pillado el punto a este grupo, cosas que pasan. En su momento nos quejábamos porque se parecían mucho a Interpol y Editors, pero bueno, tenían un pase… y ahora que intentan parecerse a los hypes de turno con su africanismo, echamos de menos su rollo oscuro. El caso es que allí estaban ellos tan guapos con sus flequillos y sus ray-ban gafapastosas frente a todas sus seguidoras y delante de una escenografía fea de bosque sacado de obra de fin de curso .
Eso si, las fans encantadísimas. Sonar suenan bien, la verdad, pero no enganchan… las canciones de su último disco no funcionan. Vamos, que son un coñazo, y sólo se anima el cotarro con sus anteriores hits: «Goodbye angel«, «Radio«, «Mexican life«, “Sister” etc. etc…. Sobre el escenario sobreactuados, algo pretenciosos y el cantante con voluntad pero con el manual de frontman bajo el brazo: Bajándose con las gruppies, mirando al infinito, y diciendo cosas como «ahora a muerte, hijos de puta» y subidón de guitarras ¿?…En fin, Catepople, antes molabais.

Por su parte THE JOY FORMIDABLE había reunido a un buen número de seguidores y curiosos ante el escenario mediano. Con la batería de lado en vez de de frente como nota curiosa de su escenografía.

Con “The Big Roar”, su notable disco de debut bajo el brazo, apareció en escena la banda de Ritzy Bryan. Eufóricos, entregados y con muchas ganas de disfrutar el momento ofrecieron su pop shoegaze, luminoso y enérgico con el que conectaron con el público inmediatamente. Pero el sonido algo bajo de volumen (el fuerte viento no les ayudó, e hizo además que tuvieran que bajar las pantallas laterales por si acaso) y su poco más de media hora de show, obligó a esquivar la decepción con su saber hacer, el indudable encanto de la rubia de rojo, y ese estilo marca de la casa que pasa del pop melódico a la furia distorsionada en un simple pestañeo. No tienen mala pinta, pero a pesar de singles incuestionables como “I Don’t Want To See You Like This”, solo alcanzaron el aprobado alto, y muchas ganas de verlos en mejor ocasión.

Los grandes momentos del día musicalmente hablando se acercaban, por lo que decidimos irnos hacia el Maravillas a acampar allí y ver cómo estaba eso de gente y cómo podíamos conseguir un puesto privilegiado para ver lo que venía luego. Y de paso, veíamos a NOAH AND THE WHALE, cuyo tercer disco nos gusta mucho.

Noah and the Whale hicieron un concierto corto, pues no llegó a la hora, pero ganaron fans nacionales sin duda. Su propuesta es simple, nada artificiosa, se les ve disfrutar y parecen hasta cercanos pese a tanto traje y tanta laca en los tupés. Y su pop de raíces americanas, que tanto bebe del folk como del sonido AOR (resulta difícil creer que son británicos, la verdad) se hace fácil de escuchar, pegadizo y sobretodo muy agradable. Cantan bien, suenan mejor (nunca un violín había sonado tan bien en un festival), y combinan momentos más introspectivos con temazos de los de bailar sonrisa en boca e incluso agitar a las huestes británicas, que la verdad es que lo bailan todo. Su setlist se basó casi exclusivamente en su último disco “Last night on Earth”, y trinfaron con canciones como “Tonight’s the kind of night” y sobretodo la pegadiza y buenrollera “L.I.F.E.G.O.E.S.O.N.”. Estos vuelven en breve…

Y por fin el momento llegaba. A comerse un bocadillo rápidamente, comprar un par de litros y a pillar sitio para ver a PORTISHEAD. Misión cumplida, sitio inmejorable, obivamos que nos perdemos cosa que nos apetecería ver mucho, pero bueno, es que son Portishead y por ellos me pierdo hasta mi entierro si hace falta.

Posiblemente no sea la propuesta más apropiada para las once de la noche, incluso puede ser que la vorágine de un FIB no responda como debe ante algo así, pero es incuestionable que el directo de Portishead es tan emocionante, tan demoledor y tan excitante que nadie escapa de su poder. Pese a una línea de bajo algo saturada, sobretodo en los temas de primera época, sonaron impecables y poderosos ante una enorme pantalla que proyectaba imágenes en vivo y grabadas en un alarde de realización tan impecable como el sonido al que acompañaba. El conjunto es de una belleza tan arrebatadora como absorbente. La interpretación de la Gibbons es sobrecogedora, y estuvo encantadora hasta el punto de bajar a saludar sonriente al público de las primeras filas. Repasaron los mejores temas de sus tres discos. Lo de “Magic Doors” seguida de “Sour Times” fue inolvidable, pero lo de ”Glory Box” y sobre todo “Roads” vale por todo. Mantienen los arreglos originales incluso en los temas más antiguos, y ese desarrollo de samples, scratchs, guitarras inquietantes y versos dolorosos, que tanto sorprendió al mundo hace diecisiete años, sigue vigente y pendiente de ser superado.

Y todavía con el Síndrome de Stehndal a toda máquina y los pelos de punta en mode ON surgió de nuevo la duda: quedarnos allí esperando 45 minutos o dar una vuelta y ver qué se cocía en otros escenarios? El ansia por informar de alababarada, junto a ciertas necesidades fisiológicas hicieron que parte nos fuéramos hacia el FiberFIB donde THE GO! TEAM desplegaban su batiburrillo de ritmos, samplers, percusiones y bailoteos varios.

Con Ninja dándolo todo, como acostumbra, un sonido algo confuso a lo lejos, que mejoraba (bastante) de cerca (cosas del viento, claro) y empalmando hit con hit, congregaron ante ellos a un gran número de gente que bailaba como si no hubiera un mañana. Y nada, cuatro cancioncitas y a ver si cogíamos buen sitio en el Maravillas y llevábamos líquidos a los sufridos compañeros. Misión cumplida. Todos juntos, ubicación perfecta, escenografía montada y todo preparado para (quizás) el plato fuerte del festival: ARCADE FIRE hacían su aparición en el escenario Maravillas.

Y poco se puede decir de su concierto que no se haya dicho ya, tanto de este, como de cualquiera de los suyos. Me voy a atrever a decir que los canadienses son LA banda de lo que llevamos de siglo XXI, y viendo y viviendo un directo suyo, y escuchando su setlist, sería difícil rebatirlo. Con una escenografía espectacular, cuidada y muy bonita, sin caer en lo ampuloso y toda en blanco, y los ocho miembros del combo tocando, cantando a voz en grito, cambiándose instrumentos, sobreactuando, contagiando su euforia al público… Win Butler dijo que este era el último concierto de la gira de The Suburbs, y que ellos lo iban a dar todo, que querían que nosotros les ayudáramos… y así fue. Por su parte poco que objetar (quizás un sonido algo bajo, sobretodo al principio, pero en conjunto sonó mejor que en el Palacio de Deportes de Madrid) un setlist basado en los hits de sus tres discos, con algún momento de descanso previo a una explosión o dos, y sobre el público, pues contagiado de la euforia que provenía del escenario, se le podría objetar pues eso, un exceso en las formas, pero a ver quien puede contenerse a gritar a voz en grito los estribillos de “No cars go” o de “Lies”, así como los oohhhsss, y aahhhhs de tantas y tantas canciones. Geniales las proyecciones, a veces preciosistas, a veces inquietantes; el momento cine de Broadway, impagable. Genial también la combinación de las mismas con la realización en directo (doble realización de hecho, ya que por las pantallas laterales se ofrecía el concierto en sí, no lo que emitían las pantallas de dentro del escenario) y genial la entrega de grupo y público, con el del tambor trepando por el lateral del escenario volviendo loco a todo el mundo. Para los bises, el esperado e infalible “Wake Up”, quizás el himno de la banda, y un sorprendente (por su ubicación) “Sprawl II” con Régine mostrándonos un baile de fin de curso con cintas de esos que te dejan un poco con cara de WTF.
Al final, mucho sudor y caras de satisfacción en prácticamente todo el público. Habíamos visto seguidos dos de los conciertos del año, sin duda. Y eso no es fácil de repetir.

A partir de ahí, hicimos un tour alrededor del recinto para ver qué nos ofrecían los distintos escenarios.
ROSKA estaba en el FiberFIB a mitad de su sesión, con el tal Jamie George haciendo de toaster, y repitiendo hasta la saciedad el nombre del dj. Su sesión (lo que vimos) nos hizo gracia, con esa combinación de UK Funky con canciones de ayer y hoy, que hacían bailar hasta al más pintado, por mucho que no fuera fácil pillarle el punto a ese ritmo. No se si durará mucho esta fiebre por el la UK Bass music, o si traspasará fronteras más allá de las islas, pero resulta cuanto menos curioso ver a tan grantidad de gente bailando a ritmos que no tiran de 4×4. Justo cuando nos íbamos hacia el Maravillas puso una versión de la sintoía de Superdetective en Holywood que hizo que hasta los comatosos del césped se levantaran a tararearla.

En el Maravillas comenzaban PIGBAG, con un aforo bastante bajo, no sabemos si fue la mejor hora para programarlos, y más no siendo un nombre conocido. Aquellos salieron a por todas, dando lo mejor de sí mismos, y calentando el ambiente a base de cencerro, percusión latina y saxofones. A la tercera canción ya sonó “Pappa’s got a Pigbag”, consiguiendo que aquello ya tuviera pinta de fiesta. Esta canción, su gran hit, la tocaron también en los bises, en una versión más reducida y directa.
El escenario Maravillas cerraba un año más, y para celebrarlo sonaba el típico y ya mítico vals, sin duda uno de los momentos más divertidos y absurdos de todo el festival. Este año, a los bailes agarrados e intentos de portés a lo “Fama”, se añadió el trolleo a un tipo comatoso en mitad de la explanada, que fue saltado cual hoguera de San Juan, despertado, se le cantó Cumpleaños Feliz y al final se manteó y salió a hombros de la explanada. Muy grande.

Y para terminar la noche nos fuimos hacia la sesión de ALDO LINARES, que cerraba el exitoso escenario pop a base de hits: mucho 60, mucho 70 y mucho 80, y muchas ganas de pasarlo bien, y de quemar las naves. Y con “Downtown” y el escenario a tope de gente el pop se despidió de la edición 2011 del FIB. Sólo quedaba buscar el sonido de los tambores de guerra que llegaban desde el FiberFIB y acercarse a él para cerrar el festival sin suela en las zapatillas. GESAFFELSTEIN estaba metiendo caña por un tubo, desde electro o sonidos más techno, de esos que se pegan y no te dejan moverte.

Y ya con el cielo amanecido, las caras cansadas y los pies para tirar, nos fuimos del recinto con la sensación de que no iba a ser la última vez que saldríamos por esa puerta, que habrá más ediciones, y que allí estaremos. Hasta pronto FIB

Textos por Antoñita la Fantástica, Acid Queen y maiquel_nait
Fotos (excepto la intro) por Liberto Peiró y Óscar L. Tejeda, extraídas del Flickr oficial del FIB

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Comentarios:

A mí lo que más me sorprendió del Domingo fue: And so I watch you from afar…. son un grupo para ver en directo, yo estaba como hipnotizada… muy bien…

Con Antonia Font disfrute y me quité el mal sabor que me dejaron hace unos años cuando fui a verlos al festival de Alginet, además la gente ayudaba al buen ambiente pues habían bastante fans incondicionales que se habían provisto de abalorios y cosas para tirar (pompas jabón, confetí, etc..) en determinadas canciones, poniendo el modo festivo en ON.

Portishead me alucinó principalmente los visuales, pues de la música no se puede esperar más y más habiéndolos visto en el auditori del forum de Barcelona….. y Arcade Fire pues bien pero ya tengo bastante, no me apetece verlos más por un tiempo y la tal Regine me cae un poco mal… es un poco pesada…. el grupo que cerró el verde, los PIGBAG pues bueno, flojitos la verdad, el escenario maravillas se quedo casi vacio…. yo me fuí pero volví para el vals, eso si que no me lo pierdo!!…… al año que viene más, sigo pensando que fuí tonta por no comprarme el bono 2012 a 125 euros que lo vendían….. ains

Lo dijo Gatita norte el 10.08.2011 a las 22:56

ahhh y Noah & the Wale me gustaron mucho, he descubierto que lo que suena a folk americano me encanta en los festivales pues me transmiten un buen rollo que junto con la cerveza fresquita, quien da más….

Que pena que no pudiera quedarme hasta el final, pues los temazos de Aldo molaban, lo que pasa es que el dolor de los pies me había subido a las piernas llegando a las nalgas y ya no podia más o me sentaba o me iba….. pues eso… se hace lo que se puede…

Lo dijo Gatita norte el 10.08.2011 a las 23:00

Hola!!yo fui uno de los del trolleo al tipo comatoso,llevo un año buscando el video puesto que fue una las cosas mas absurdas que me han pasado, todos callados para no despertarle haciendole el corro de la patata.le salte unas 3 veces.sabes donde podria encontrarlo?muchas gracias

Lo dijo Tomas el 30.06.2012 a las 19:05

No, Tomás, yo tampoco he encontrado video en Youtube, se ve que estábamos tan ocupados trolleando que nadie se dedicó a grabar. O simplemente que los que lo grabaron quisieron que aquello quedara en la memoria de los elegidos para siempre :-D

Lo dijo maiquel_nait el 05.07.2012 a las 16:22