CRÓNICA FIB 2009. JUEVES
Como todos los años desde que empezamos a hacerla, aquí llega la crónica del Festival de Benicàssim 2009. Como todos los años, llega unas semanas tarde para que, al leerla, podais saborear mejor aquellos momentos, con la cabeza mejor asentada (para los que fuisteis), u os parezca más original, tras leer dieciseis crónicas en tres días, para los que no.
Empezamos por el Jueves, primer día, obviamente, de Festival, y ya día completo este año, con todo funcionando a pleno rendimiento.
Por Antoñita la Fantástica y Maiquel_Nait
Fotos de Mari Lumix
El Jueves dio comienzo el Festival, y este año a lo grande, con todos los escenarios funcionando y una programación digna de un día normal, salvo por terminar un par de horas antes. Gracias a la vuelta que tuve que dar para llegar al puesto de acreditaciones, no llegamos a tiempo de ver a ALDO LINARES abriendo el FIB (cuentan las crónicas que abrió con un tema de Sylvania, en honor al desaparecido Coco), ni a OBLIQUE.
Llegamos al poco de haber empezado THE CORONAS en el escenario FiberFIB. Como aquello nos interesaba poco, anduvimos un poco viendo los cambios en el recinto, comprando tickets y tomando la primera cerveza del festival, siempre mítica. Como la cosa seguía interesándonos poco, nos fuimos hacia el Verde para ver si era cierto que se había ampliado este año, y cómo sonaba y demás. Cambios sí había (habían retirado el escenario un poco hacia atrás, se notaba una parte recién asfaltada, y una valla de contención eran las diferencias más notables) Porque lo que sonaba… tampoco nos interesaba mucho, la verdad.
Eran THE BISHOPS, un trío británico al que se les quedó bastante grande el escenario, tanto de tamaño como de respuesta de público. The Bishops tienen un toque sixties que los hace más interesantes que un gran montón de grupos paisanos, pero tampoco nos entusiasma el disco, que digamos. Al menos pudimos escuchar Can’t standing anymore, su mejor canción para el que escribe, con ese ritmo a medio tiempo y ese deje sesentero de bailar moviendo la cabeza. Una guitarra de apoyo les vendría muy bien. A lo tonto han anunciado gira europea, no se si habrá tenido algo que ver este concierto.
La cuestión es que, de nuevo, fuimos vagando por el recinto esperando a que empezaran las cosas marcadas con fosforito en los horarios (impresos en casa, por supuesto), que empezaban más tarde. Ese día llegamos pronto por puro fanatismo, por devoción.
En el escenario Fibclub (el anteriormente conocido como la carpa pequeña y la carpa, en adelante) estaba tocando ANNI B. SWWET, la apuesta cantautora de Subterfuge. Y la verdad es que lo hizo muy bien. Sorprendía que lo llevara todo tan bien empacado, tan sólido, tan ensayado. Justo por lo que suelen fallar estos grupos primerizos, era su fuerte, aparte de su voz y su presencia. Lo que le fue en contra es su enorme parecido con la propuesta de Russian Red, además más conocida y más rodada, que le quitaba no se, como credibilidad. Presentó canciones, alguna en castellano, lo que hace pensar en que sabe que tiene que diferenciarse más de la Rusa para encontrar mejor su sitio. De todas formas, promete.
A las 20:00 empezaba el primer plato fuerte de la tarde: NO REPLY. No eran un plato fuerte a priori en plan “tengo todos sus discos y no me los pierdo”, sino que eran de los grupos que despertaban más curiosidad del día. Qué tal estarán? Cómo será recibida su propuesta en un festival como este? Y la respuesta a ambas preguntas fue “Muy bien”. La verdad es que el combo lo llevan engrasado a tope, funciona perfectamente, y la sucesión de ritmos swing, jazz, reagge o ska hizo mover las piernas y el esqueleto a la parroquia allí congregada, que crecía por momentos. Una gran banda (8 músicos en escena), buen repertorio (mucho cambio de ritmo para no cansar), mucha actitud, mucha presencia y mucha fiesta, y para hacer la cosa más redonda, un par de versiones para que el público lo pase mejor. Nota alta para este concierto. A más altas horas habría sido un desparrame, pero bastante tuvimos ya, y lo a gusto que se estaba.
De No Reply fuimos a NAIVE NEW BEATERS, una banda francesa que nadie conocía antes de haber sido confirmada para el FIB. Presentaron su primer disco, y consiguieron montar una fiesta a horas tan tempranas en la carpa pequeña como si fueran las tantas de la madrugada. La combinación entre su música (una suerte de mezcla entre hip hop con bases electro y una guitarra dándole un par de efectistas toques orgánicos a cada canción), sus estribillos (letales, casi todos), sus pintas (no hay palabras, hay que juzgar con las imágenes) y el show que montan (les va lo de interactuar con el público, hacer el payaso sin parecer payasos, jugar, montar bailes imposibles y efectos especiales de todo a cien) hizo de su concierto uno de los más divertidos de todo el FIB. Llenazo en la carpa al final, y todos a tararear Get Love. Sonarán mucho a partir de ahora, seguro.
Mientras, LA BIEN QUERIDA, en el Fiberfib (antes carpa grande, ahora escenario 2) volvía a demostrar que le falta rodaje y horas de ensayo. La propuesta es buena, tiene todo lo que necesita, ahora sólo falta que le saquen el jugo requerido.
Con una empanada de carne que no se la salta un gitano aparecí en la carpa para ver a LOS CORONAS y vi como una marea de guiris se llevaban a Antoinette hacia Mystery Jets. No fue muy acertada mi decisión (de la empanada) porque apenas me pude mover en el concierto, debido a la digestión más pesada que se recuerde. Mientras me pensaba lo de buscar un dealer de Almax entre el público, Los Coronas dieron un conciertazo de hacer caer la carpa. Vaya rodillo de riffs, solos y platos. Surf, garaje y rock and roll instrumental que hicieron bailar y sudar lo indecible al público presente. Los cuatro guiris que se perdieron a los Mystery Jets aún lo están agradeciendo. Los solos doblados y los cruces de guitarras no entienden de nacionalidades, claro, y allí se sudó en esperanto y se acabó con una ovación de las grandes. Tremendo.
Mientras tanto yo (Antoinette) disfrutaba bastante de los MYSTERY JETS. Empezaron muy fuerte con HideAway, uno de los temazos de su último disco y siguieron repasando todos sus temas, con altibajos y perdiendo algo de fuelle. Fuelle que recuperaron con Two doors down y con la mejor canción del mundo de principios de 2008, Veiled in Grey. Los guiris lo gozaron como ellos sólo saben hacerlo: lanzando sus primeros cubalitros. Era pronto con lo cual las fuerzas estaban intactas y el arco que conseguían era impresionante.
Por ver qué tal, mientras esperaba a los Walkmen me pasé por el principio de FANGORIA. La escenografía que montan es chula, aunque no me gusta que cada vez lleven menos músicos (en esta gira, uno). Como empezaron con 3 canciones seguidas del último disco, pensé que es que querían echarme. Así que me fui, justo después de ver cómo se caía un maniquí de los de atrezzo y los bailarines temían por su integridad gracias a una plataforma algo inestable. Las crónicas dicen que terminaron con “Ni tú ni nadie” y que hubo un homenaje a Kraftwerk al final de “Absolutamente”. A modo informativo, claro. Consulten Youtube.
Y así llegamos al plato fuerte del jueves: THE WALKMEN. Con todo el mundo en Oasis y la carpa medio vacía empezaron su concierto los de Nueva York. Batería, teclados, bajo, guitarra y la voz y presencia del frontman, todo en pack. Y comenzaron su retahíla de canciones donde la intensidad es la cualidad más destacable. Impresiona ver al cantante desgañitarse ante el micrófono, mientras los demás tocan con una mezcla de impasividad y precisión absoluta. Todo suena estupendo, todo transmite estupendamente, y hasta van bien vestidos y todo. Presentaron el “You and Me” y tocaron canciones de discos anteriores como el temacísimo “The Rat”. Tras ese momento, como ya no podía ser mejor la cosa, flaqueé y me fui a ver a los Oasis, dejando a Antoñita tirado como un perro viendo lo que quedaba de concierto. Obviamente, me cuelgo el Epic Fail como merece, sí señor… Antoñita, o sea yo, disfrutaba boquiabiértico y ojiplático de la fuerza y la epicidad de los americanos, sin duda uno de los mejores directos del FIB, por lo cómodo que se pudo ver, lo bien que sonó y la cagada de MaiquelNait por irse a ver a los hermanitos.
Porque OASIS eligieron muy bien el repertorio (salvo quizás una parte intermedia algo anodina, que fue justo cuando llegué), pero los elementos se conjuraron contra ellos y les impidieron dar el conciertazo que podrían haber dado. Un sonido bajo, unos monitores que fallaron y que hicieron que Liam se fuera a media Wonderwall, un corte de sonido a medio Champagne Supernova (casualmente a la hora que debía terminar la cosa) y una congregación de compatriotas subnormales trepadores hicieron que se tuviera más la cabeza en otra parte que en el propio concierto. A Liam le faltó voz y le sobró sudor, pero claro, las estrellas del rock son así. La parte final del concierto fue para enmarcar, eso sí, un hit tras hit sin discusión, además coreado por el público en plan karaoke indie que llegaba a estremecer y todo. En Live Forever eclipsaron al grupo, no así en We are the Walrus, que se nota que se la saben menos. Oasis nunca me entusiasmaron, pero reconozco que fue una pena porque era la oportunidad de verlos y decir: guau.
El ansia me podía y de pronto me vi convertido en un coleccionador de cromos que debía estar al menos en una canción de cada grupo. Mientras me daba asco a mí mismo, me descubrí yéndome de GANG OF FOUR tras tres canciones, y eso que me estaban gustando, por pura curiosidad de ver a Telepathe. Me perdí lo mejor de Gang of Four (el destrozo del microondas con un martillo (youtube, ya sabeis) y volteretas por el suelo. Sonaban algo “antiguos”, claro, pero les siguen dando mil vueltas a la mayoría de grupos modernos que les copian.
Y lo peor es que me cuando llegué a TELEPATHE aquello ya estaba acabando. 2 canciones me dio tiempo a ver, y al menos descubrir que en directo son más bailables, más ruidosas, aunque no pierden su espírituo experimental y atmosférico. Mano a mano ante mil maquinitas y cachivaches electrónicos que aporrear, y micrófonos para cantar y hacer coros. Una pena perdérmelas, otra vez será. Yo, Antoinette, sin embargo pasé de Gang Of Four y fui directo a Telepathe, y la verdad me encantó por la marcianda. Allí estaban la parelleta en medio del escenario y como en un altar rodeadas de maquinitas y teclados. Ruidos y más ruidos, pero bailables, muy bailables. Fueron los primeros céntimos de suela gastados en el Festival.
Ahí hubo descomposición de grupo, aunque al final todos fuimos al verde a ver a GLASVEGAS, otra de las grandes sensaciones británicas del año (pasado y este). Sobre el escenario un gran cartel con el nombre de la banda dibujado con bombillas, y los instrumentos colocados, y adornados con ramos de flores. Apareció la banda y empezó con Geraldine, uno de sus trallazos. Y allí comenzó un concierto bastante irregular, alternando buenos momentos (sobretodo cuando tocaban los singles), con momentos de absoluto sopor (sus dos versiones: Be my baby de las Ronettes y una desafortunada Live Forever de Oasis sonaron lentas, tediosas, como si fueran una broma que van alargando sin sentido…). El sonido dicen que fue bajo, aunque yo estaba cerca y lo escuché bien, y, eso sí, sonó sucio en ciertos momentos, y muy limpio en otros, pero vamos, escuchando el disco eso se supone. La baterista merece un artículo aparte. Vaya pinta, vaya planta y vaya forma de tocar. En fin, que no estuvo mal, pero por supuesto tampoco son para tanto. Quizás con más repertorio la cosa cambia. El final, con el cantante por los suelos cantando “Daddy’s gonne”, y el público coreando fue uno de los mejores momentos.
Una vez terminado nos fuimos a reponer fuerzas y a esperar que empezaran WE ARE STANDARD, en el Verde. Toda una incógnita cómo se desenvolverían en tan gran escenario, y cómo respondería la gente. Tras Oasis ya hubo una gran espantada de británicos, saliendo cual marabunta antes de la 1:00, y con Glasvegas se fue otra gran cantidad de gente. Tantos días de fiesta y no dormir, se deben notar. Así que delante del Verde nos quedamos los españoles, y no todos. Y salieron los We are Standard, y tras un “Somos We are Standard, y se acabaron las tonterías”, comenzaron su repertorio de ritmo y baile. El público comenzó algo frío (digamos que ni Oasis ni Glasvegas son la madre de las fiestas, y costaba romper a bailar), pero nos fuimos calentando, a medida que la banda iba soltando sus trallazos de funk, sus ritmos hipervitaminados a cuatro manos, y sus riffs y solos de esos de obligarte a mover. La verdad es que para mí fueron una sorpresa (nunca los había visto), lo compenetrados que estaban, lo sólido del concierto, las ganas que le pusieron, y lo que consiguieron: que el Verde se fuera llenando cada vez más, y que al final aquello fuera una auténtica fiesta. No son !!! pero tampoco creo que lo intenten. Lo suyo son canciones más simples, pero igual de efectivas. No descubren nada, pero lo que hacen lo hacen muy bien. Fue más que un digno cierre del Verde, fue lo que el Verde necesitaba ese día para cerrar. Uno de los triunfadores del FIB sin duda. La foto es mala porque es del principio y la verdad es que tenía más ganas de bailar que de hacer fotos.
Como nuestros cuerpos no daban para mucho más, nos fuimos sin más esperando los días siguientes echar el resto. Mientras nos íbamos escuchamos de fondo el techno de KEVIN SOUNDERSON. Estaba haciendo un live electrónico, sin instrumentos, así que lo del Inner City Live nos decepcionó un poco, aunque lo que sonaba nos gustaba. Nos fuimos, y después nos enteramos que media hora antes de terminar, apagó la música, y ante los abucheos del público, aparecieron dos señoritas, que acabaron cantando los himnos del Inner City: Good Life y Big Fun. Qué rabia perdérmelo, jo. Ya podrían haber empezado con eso.
A dormir.
A mí el jueves me dejó un poco de mal sabor y especialmente por el sonido del escenario verde….. llegué a pensar que ya no me gustaban los festivales…. ya ves…
LO MEJOR: Naive New Beaters (nos hicieron bailar y reir sin parar y eran las 20h o así…)
LO PEOR: Oasis (porque esperaba un conciertazo que no escuché)
GRATAS SORPRESAS: We are standard (aunque el cantante es un poco tomtito.. pero anima mucho, eso sí)
DESCUBRIMIENTOS: Telepathé (me encantó la atmósfera que consiguieron crear) y The Walkmen (aunque me tuve que salir fuera porque reverberaba, descubrí que las canciones me llegaban (especialmente «in the new year», menudo temazo)
NI FU NI FA: Glasvegas (me quedé igual y eso que me gusta el disco y estaba cerca, cerca..)
Lo dijo gatita norte el 09.08.2009 a las 21:08