Agosto de 1959. Nace una obra maestra. Reconocida por crítica y público a partes iguales, este disco se consagró en poco tiempo como una obra imprescindible. Y cincuenta años más tarde, se mantiene la leyenda. Lo oirás mil veces, tanto en los círculos más especializados como en los profanos: si no tienes ningún disco de jazz, y te apetece tener algo del género, éste es el disco. Así colaborarás a que siga siendo el disco de jazz más vendido de todos los tiempos: más de 5000 copias a la semana.
El lustre de esta grabación es una suma de factores que pocas veces se repiten…
Grabada en apenas 10 horas, en dos sesiones celebradas el 2 de marzo y el 22 de abril de 1959, en Kind of Blue se juntaba una alineación excepcional siete músicos justo en el momento cumbre de sus carreras. John Coltrane al saxo tenor, Julian «Cannonball» Adderley al saxo alto, Bill Evans y Wynton Kelly al piano, Paul Chambers al bajo, Jimmy Cobb a la batería y, por supuesto, Miles Davis a la trompeta. La mayoría de estos músicos, por cierto, no eran conscientes de lo que realmente significaba aquello, pensaban que sería una grabación de una sesión cualquiera más… Pero no lo era. Como tampoco lo era el estudio de grabación donde se gestó esta obra, de la discográfica Columbia, estaba en la Calle 30 de Nueva York. Ya desaparecido, estaba construido sobre una antigua iglesia armenia, cuyas salas de madera ofrecían una acústica inmejorable que filtra todo el disco.
Hay quien destaca que los más notable de este disco fue la aplicación de la técnica modal. Justo cuando Davis se encontraba investigando con el jazz «modal» (consistente en improvisar sobre una serie de escalas, en vez de hacerlo sobre acordes o armonías), se encuentra con Bill Evans, que le enseña el uso de estas técnicas en músicos más clásicos, como Ravel. Con él comparte Davis la pasión de trabajar con los mínimos elementos posibles, descubriendo todas sus posibilidades, y es así como se desarrollan los cinco temas que componen este disco. Como el propio Bill Evans comenta en las primeras líneas del interior del libreto, Miles Davis concibió la mayoría de estas obras apenas unas horas antes de las grabaciones. Y de ahí a la eternidad.
Hasta el nombre del disco es perfecto (traduzcámoslo como «una especie de tristeza«), y representa la atmósfera que se respira en todo el disco. Temas como «So What» resumen también en su nombre la esencia del jazz, sin necesidad de presentar credenciales ante nadie.
Kind of Blue lleva 50 años siendo un disco imprescindible, y a día de hoy lo sigue siendo. Ya no se sabe dónde desaparece la obra maestra, y dónde comienza el mito, pero sí es cierto que este disco encandila a cualquiera. Y ya está.
Aprovechando el 50 aniversario, Kind of Blue ha sido reeditado en diversos formatos, destacando el doble CD (Legacy Edition) que contiene grabaciones extras, así como un DVD con un magnífico documental sobre la grabación de esta obra y comentarios de otros artistas.

PD: Sí, éste es el nombre que decidí unilateralmente darle a nuestro podcast. También fue elegido por Andy Baio para realizar Kind of Bloop, un recopilatorio homenaje en 8 bits. Y también es el nombre de uno de los mejores cócteles de probablemente una de las mejores (y mejor escondidas) coctelerías del mundo: Angel’s Share.
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Lo dijo RoyalCBD el 11.08.2020 a las 04:44